
La era del maltrato en la educación superior no está superada en nuestro país, así durante la semana evidenciamos los gritos desaforados del docente de medicina, a quien no le gusta su trabajo, desprecia la institución educativa y usa la relación maestro – aprendiz para oprimir, maltratar y vejar.
Está claro que el docente fue adoctrinado y no educado, bajo el lema de “la letra con sangre entra” lo que explica su rabia incontenible, frustración y seguramente sus padecimientos; y, aunque en ocasiones los seres humanos perdemos la paciencia, la reacción exagerada frente a un leve detonante lo puede explicar mejor la psicología.
Lo cierto es que, desde hace décadas nuestra sociedad asimilacomo normal y respalda el castigo ejemplar, bajo esta premisa reclama el endurecimiento de penas, porte de armas, construcción de panópticos, justifica la violencia doméstica, y busca sancionar a quien comete una infracción o se atreve a transgredir los cánones del conservadurismo.
Foucault en una de sus obras, aborda el derecho a castigar como el derecho de guerra, poder absoluto de vida y muerte del derecho romano merum imperium. Que no es más que la potestad de disciplinar, convirtiendo a quienes lo usan en técnicos de la conducta, el comportamiento y cita: “tienen que fabricar cuerpos dóciles y capaces, controlan las nueve o diez horas de trabajo […] dirigen los desfiles, la escuela del pelotón, el acto de acostarse, levantarse[…] educación que va acompañada de una observación permanente sobre la conducta cotidiana”.
Algunos docentes replican ese control, sanción y encierro que destaca Foucault y que se expresa en actos de odio, humillación o golpes. Formas de enseñar que pertenecen al siglo pasado y que es urgente reemplazarlas por un modelo de educación no violento, una pedagogía alternativa, crítica y transformadora. Paulo Freire repasa que “enseñar no es transferir conocimiento, sino crear las posibilidades para su […] producción o construcción.”
Jessica Jaramillo es abogada, cuenta con maestrías en Política, Derecho, y especialización ien Contratación pública.